Nicolás Guillén

Yo escribo poemas desde que empecé a estudiar las primeras asignaturas del Bachillerato, pero especialmente desde el segundo año de esos estudios, cuando recibía las primeras nociones de Retórica.
Escribí entonces dos sonetos, uno de los cuales estaba dedicado a Robespierre. Como las ideas que yo tenía de la Revolución Francesa me habían sido transmitidas a través del texto de un reaccionario profesor español, Sales y Ferré, puse 'nuevo' al incorruptible. Ahora bien; mi abuelo paterno, a quien le llamaban el maestro Pancho Guillén, había sido poeta; yo he leído algunos de sus versos, dedicados a los dos ríos que pasan por mi pueblo natal, Camagüey, y a las muchachas bonitas. Yo creo que el recuerdo de este abuelo mío influyó en mi vocación literaria. Por otra parte, yo nací prácticamente en una imprenta. Mi oficio es el de tipógrafo. Mi padre, que era un político liberal muy importante, dirigió el mejor periódico de Camagüey, y uno de los mejores de la isla, Las dos Repúblicas, y en aquel medio me ganó la afición por la tinta de imprenta, que no me abandonó ya nunca. Pero fue hacia 1918 y en los años siguientes, cuando me tomé en serio mi oficio de poeta, empezando por la adopción de una medida fundamental: no pelarme. Entre 1918 y 1922 escribí un libro que tenía cuarenta y seis poemas, con un título profundamente anatómico: Corazón y cerebro. No lo publiqué entonces ni después, y sólo aparece en el primer tomo de la segunda edición de la obra en dos volúmenes que sobre mí escribió el poeta cubano Ángel Augier.

Nicolás Guillén
Cuba
Nace en Camagüey en 1902. Representante de la poesía afrocubana de su país Se inspiró en el son para conjugarlo con el verso octosílabo. Entre sus libros de poemas: Sóngoro cosongo y otros poemas [Alianza Ed.], En la guerra de España: crónicas y enunciados [Ed. de la Torre].